Autor: Lorena Canales González
El ser humano es un hombre rutinario. Algunos dicen que así somos por naturaleza, otros dicen que lo hemos aprendido a lo largo de los años. Hasta hace poco más de un año, nuestro día a día consistía en la rutina que habíamos establecido inconsciente o conscientemente; realizando diariamente las acciones que nos acercaban cada vez más al camino que queríamos tomar. A pesar de que algunas personas no estaban satisfechas con su rutina diaria, la mayoría de nosotros estábamos acostumbrados a ella.
El 13 de Marzo del 2020, todo cambió. El mundo dio un giro de 180 grados y nuestra rutina tuvo que parar y/o cambiar de golpe. Los que trabajábamos tuvimos que dejar de trabajar. Los que estudiábamos dejamos de estudiar; los niños dejaron de ir al parque; los viajeros tuvieron que regresar a sus hogares. El ingreso económico dejó de ser un ingreso y la seguridad con la que contábamos, de repente se convirtió en nuestra mayor inseguridad. Además, de nuestro círculo social nos tuvimos que aislar por completo, evadiendo abrazos, pláticas, reuniones y contacto físico.
La mayoría de nuestras áreas personales (laboral, familiar, espiritual, profesional, etc) se vieron afectadas de diferentes maneras gracias a la pandemia del COVID-19, algunas de manera positiva y algunas de manera negativa. Sin embargo, sin importar cómo se vieron afectadas, todas estas áreas tuvieron un impacto directo en nuestra salud mental.
Los factores que más impacto tienen en nuestra salud mental son los siguientes:
- Soledad y aislamiento.
- Pérdida y duelo
- Violencia doméstica y familiar
- Bullying
- Desempleo o pérdida de negocios.
- Problemas del sueño
- Alcohol y/o uso de drogas.
- Etapas de la vida como: embarazo, años de infancia, cambios de escuelas o ciudades, la edad adulta y todo lo que conlleva, entre otros.
Tomando estos factores en cuenta podemos notar que de un día a otro nos enfrentamos a la mayoría de ellos a nivel mundial. Sin darle importancia a la edad, género o raza de la persona, la salud mental de la mayoría de la población se vio afectada durante el año 2020 - 2021.
La primer pregunta que hicimos ayer fue ¿cómo ha sido tu experiencia con este tema? La mayoría de las personas contestó que su salud mental se vio afectada de manera negativa despertando ansiedad, miedo y tristeza profunda, sobretodo en un principio. Creo que hoy en día vivimos en una sociedad en donde cada vez nos cuesta más hacer introspección y conocernos a nosotros mismos, ya que estamos rodeados de estímulos y distracciones que nos impiden hacerlo.
Al momento en el que comenzó el aislamiento y distanciamiento social, las circunstancias nos obligaron a tener el tiempo de sentarnos y pensar en todo aquello que no habíamos querido pensar. Nos obligó a enfrentarnos con emociones no identificadas, con rencores guardados, con perdones no expresados; así como también nos obligó a descubrir todo aquello que nos hace ser lo que somos, todo lo que disfrutamos y todo lo que podemos aportar al mundo. Nos hizo recordar que existen siempre dos polaridades: en dónde hay problemas hay soluciones, en donde hay dolor hay amor. Es cuestión de que nosotros tomemos la decisión sobre dónde poner nuestra energía. Una de las respuestas que obtuvimos a esa pregunta fue, “complicada al principio, pero ahorita mejor que nunca antes”. Creo que debemos trabajar en poner nuestra energía en esa polaridad. A pesar de que nos cueste mucho trabajo, y que es muy fácil dejar que nuestras emociones nos manejen, tenemos la oportunidad de hacer introspección y trabajarnos desde adentro. Sanar todos aquellos dolores que llevamos cargando, convivir y descubrir historias sobre las personas con las que vivimos, hacer más de lo que nos gusta y nos hace sentir en paz, y sobretodo agradecer nuestra salud y el hecho de que hemos podido combatir la pandemia.
Otra de las preguntas que hicimos fue ¿qué sientes al respecto sobre el tema de la salud mental en la pandemia? Y una persona contestó lo siguiente: “cambió mi realidad 100%, pero creo que es parte de la vida tener este tipo de momentos que nos hacen cuestionarnos todo. Es muy difícil vivirlos pero nos traen aprendizajes que no hubiéramos podido entender de ninguna otra manera”. Esta respuesta me hace cuestionarme los aprendizajes que tuvimos como sociedad y las diferentes maneras que pudimos haberlos aprendido. Creo que es importante que cada uno de nosotros nos sentemos a analizar e identificar cada uno de los aprendizajes y lecciones que has obtenido gracias a este último año. ¿Cómo te ha cambiado? ¿De qué manera eres diferente a la persona que eras antes de que esto pasara? ¿Qué agradeces de haber vivido esta pandemia?
Por último, preguntamos ¿sobre qué otros temas de hace reflexionar? A pesar de que la mayoría de las respuestas fueron similares (calidad de vida, privilegios, reconocer emociones, familia, autoestima), hubo una respuesta que me llamó mucho la atención, y creo que así debe terminar este blog: “me hace reflexionar sobre cuáles son los pilares que realmente sostienen nuestra vida y forman nuestro carácter? Creo que muchos son este tipo de momentos que tendemos a odiar y podríamos cambiar ese chip para verlos como las cosas que nos hacen fuertes y que nos dan la oportunidad de crecer”.
Para terminar te pregunto: después de la pandemia ¿Has logrado identificar los pilares que te hacen ser quien eres, que te sostienen y te dan la fuerza para seguir adelante? ¿Cuáles son?.
Referencias:
- Factors That Influence Mental Health. (2021). Retrieved 29 July 2021, from https://www.thinkmentalhealthwa.com.au/supporting-my-mental-health/factors-that-can-affect-your-mental-health/